Matthias Carstens nos da su opinión sobre cómo RME aborda el diseño y la fabricación
Haimhausen, Alemania… En el transcurso de los últimos veinte años, RME se ha establecido como uno de los pioneros del diseño de tarjetas de sonido e interfaces de grabación. RME, fundada por Ralf Männel, diseñador principal de DSP de la empresa, y Matthias Carstens, que guía los esfuerzos de desarrollo de la empresa, se ha ganado una buena reputación en creación de soluciones de audio digital innovadoras, fáciles de usar y de alta calidad que permiten a los compositores y otros profesionales del sonido centrarse en sus empeños creativos sin que les estorben los aspectos técnicos de su trabajo. Para equilibrar los retos artísticamente creativos de la producción musical y de sonido con los aspectos técnicos asociados a registrar esas ideas es necesario comprender ambas partes de la ecuación.
Matthias Carstens compagina una amplia variedad de responsabilidades con RME. Además de supervisar la conceptualización del producto, el desarrollo, la especificación, la descripción y la creación manual, también se implica activamente en las iniciativas promocionales de la empresa. Carstens contribuye de manera directa a la promoción de los productos, el mantenimiento del sitio web, la redacción de los comunicados de prensa de la empresa y los servicios de atención al cliente para los distribuidores, los vendedores y los clientes de RME. Así que, tanto si el trabajo del día implica probar las actualizaciones de los controladores y el software como si se trata de hacer demostraciones en eventos del sector o analizar los comentarios de los clientes, Carstens sabe tomarle el pulso a la empresa.
Tal como cabe esperar, entender cómo un músico se enfrenta a su propio arte es crucial para desarrollar diseños de producción intuitivos. Carstens se formó como ingeniero de sonido, tocó la batería en grupos y también desarrolló un interés por la grabación, y esta es la combinación de aptitudes que le llevó a formar RME. «Para mí, se convirtió en un ‘negocio’ cuando empecé a trabajar como desarrollador externo para varias empresas», declara Carstens, «pero el auténtico negocio de RME empezó en 1996 como una especie de derivación de las publicaciones de la revista alemana de electrónica ELRAD».
Cuando le preguntamos cómo influyó su historial en su decisión de fundar RME, Carstens reflexionó sobre su experiencia con Neutrik. «Había hecho algunas pruebas beta y había ayudado a ajustar los sistemas de medición de audio A1 y A2 de Neutrik», explicó. «En aquel momento, el sonido digital acababa de empezar, y cualquier producto que pudiera medir o analizar AES/SPDIF resultaba bastante caro. El DAM-1 de RME se adelantó a su tiempo y era comparativamente asequible, así que lo lógico era que esa unidad diseñada por aficionados para la revista ELRAD llegara al público. Como periodista, podía gestionar el marketing y los manuales de los productos por mí mismo y, al haber trabajado como técnico de reparaciones, ya tenía contactos de buenos distribuidores. Por eso, a su debido tiempo todas las piezas encajaron».
Carstens compartió su punto de vista sobre su filosofía de diseño: «Como usuario y cliente a la vez, noto mucho si los dispositivos no tienen las características que considero cruciales, y eso me molesta mucho. En RME, por lo tanto, intentamos fabricar diseños muy flexibles basados en una FPGA (matriz de puertas programables) reprogramable. De esta manera, una unidad se podría actualizar más tarde o en caso de que nos dejáramos algo en un primer momento. Pero la base de nuestros diseños ya es más flexible y potente que la de la mayoría de empresas de la competencia. También optamos por una calidad de sonido mejor y, por lo tanto, aceptamos un precio mayor pero procurando no llegar a ser demasiado caros. El equilibrio entre el rendimiento óptimo y las concesiones aceptables se integra con cuidada atención en el diseño de todas nuestras unidades».
«Desde el principio», prosiguió, «RME no utilizó chips personalizados para muchas tareas. Por ejemplo, los circuitos receptores y transmisores de AES, ADAT y MADI forman parte del diseño de la FPGA. Eso ayuda no solo a que nuestros productos sean más flexibles, sino también a ahorrar algunos costes. Aunque nuestras primeras interfaces de bus se basaban en código de ejemplo, este código ya estaba muy modificado. Más adelante nos ocupamos de todo el desarrollo de la interfaz central, de manera que FireWire 400/800, USB 2 y USB 3 se han desarrollado por completo por sí solos y se han integrado en la FPGA».
La cultura y la filosofía de diseño de RME han tenido una profunda influencia en el diseño de todos los productos de la empresa, tal como explicó Carstens: «La mayor diferencia entre RME y otras empresas de sonido es la libertad. Sin ella, RME no existiría... o seguro que no tendríamos tanto éxito. De vez en cuando, a menudo me pregunto cómo podemos superar repetidamente a los pesos pesados de nuestra industria cuando tienen muchos más recursos, tanto de capital como de otra índole. Bueno.. No tienen los desarrolladores de RME, y no dejan a sus desarrolladores hacer lo que mejor hacen».
«En cambio», continuó Carstens, «los desarrolladores de RME tienen una libertad única para desarrollar lo que quieran. Normalmente, una empresa contrata a desarrolladores que cobran un dinero por su trabajo y luego se van. En RME desarrollamos esos productos que estamos deseando crear, que nos interesan y que, al final, nos enorgullecen. Esto explica la inmensa ambición que hay detrás de cada producto RME, así como el exclusivo servicio de asistencia de larga duración que ofrecemos. Estos productos son nuestros ‘bebés’ y los cuidamos lo mejor que podemos».
Con una participación tan activa en todo lo que ha ocurrido en RME en los últimos veinte años, uno no puede evitar preguntarse qué producto de RME enorgullece más a Carstens y cómo ha evolucionado la empresa para mantenerse al día con los cambios tecnológicos. Identificó dos productos. «No tengo un producto favorito en sí mismo», explicó, «pero utilizo la Babyface Pro a diario por su precioso formato y su calidad de sonido. Y hasta este día aún me impresiona la construcción y el diseño técnico del Micstasy. En cuanto a nuestra evolución, ha habido muchas actualizaciones en todos los niveles. Ahora los desarrolladores tienen mejores herramientas y reajustan sus habilidades continuamente. En cuanto a la fabricación, hemos invertido mucho en maquinaria de tecnología punta para asegurarnos una producción basada en los componentes de micrófonos más recientes, y los requisitos de EMI no se ponen nunca en riesgo».
Carstens dedicó un momento a reflexionar sobre el futuro: «En RME ofrecemos soluciones bien pensadas para problemas de los cuales la competencia ni siquiera es necesariamente consciente. Aportamos soluciones que, simplemente, funcionan. La estabilidad de nuestros controladores y nuestras capacidades de baja latencia son ya legendarias, y hay siempre una característica única en nuestros equipos que no se encuentran en ninguna otra parte. La industria del sonido está ya encaminada hacia el funcionamiento en redes. Tendremos productos que aprovecharán estas capacidades y, como todo lo que ofrece RME, contarán con las mejores funciones del sector».
Antes de concentrar su atención en el negocio del día a día, Carstens concluyó con estas reflexiones: «Este año, RME celebra veinte años de éxito en el negocio, un tiempo con el que nadie soñó cuando todo empezó. Llegarán algunas novedades emocionantes que revelaremos a lo largo del año: nuevos productos, nuevas características de TotalMix FX, y más. Cuando un cliente compra un producto RME, está invirtiendo en una relación a largo plazo con la empresa. Nos enorgullecen nuestra reputación y nuestro legado, y tenemos toda la intención de ofrecer a los clientes presentes y futuros los mejores productos y la mejor asistencia disponibles. Queremos que nuestros clientes participen en nuestra celebración mientras les proporcionamos lo mejor por su apoyo continuo».
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